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Ser o no ser, estudiar una maestría…

  • Mtro. Rolando González Trejo
  • 5 jul 2017
  • 4 Min. de lectura

¿Realmente estudiar una maestría me consolida profesionalmente o me abrirá las puertas que yo quiero?


Son varias las razones por las que los profesionistas deciden matricularse en un programa de posgrado y dentro de ellas, la seguridad profesional o el incremento en las posibilidades de aspirar a una mejor posición encabezan la lista. ¿Cuánto de verdadero hay en este objetivo? lo único de lo que si puedes estar seguro es que requerirás una cantidad de dinero, tiempo y esfuerzo considerables para cursar con éxito un programa de maestría.


Anteriormente se estudiaba una maestría solo como un requisito para obtener un doctorado; sin embargo, ante la situación actual de México e incluso la situación laboral global, los estudios de maestría ahora tienen su propio atractivo en sí. Esto es debido a que los empleadores han reconocido las características y habilidades que desarrolla un egresado de maestría. Estadísticas recientes muestran que la población económicamente productiva y en la búsqueda de oportunidades de 25-35 años de edad con grados de maestría se ha incrementado exponencialmente en los últimos 15 años. Éste no es el dato más relevante, sino el hecho en sí, de que en las descripciones de puestos, los estudios de maestría se han convertido en un “requisito” para ganar o escalar a posiciones laborales relevantes.


Las mala noticia es que, los estudios de maestría no están al alcance de cualquiera. Sobre todo si lo que quieres es aspirar a un puesto, es porque no tienes un puesto; o si quieres escalar una mejor posición laboral, es porque no estás en una posición que te permita ganar lo suficiente o estas sometido a desgaste por actividades que no te permiten destacar en tu posición. Sugiero en este punto hacer un análisis de costo-beneficio: permanecer así hasta que fortuitamente algo pase y de pronto se den todas las circunstancias (difícil en esta época de alta competitividad e incertidumbre laboral) o poner manos a la obra.


La buena noticia es que, aquí en México y muchos otros países, estudiar un posgrado te permite aplicar para diferentes oportunidades de apoyo económico. Caso contrario de cuando estudias la carrera profesional de licenciatura o ingeniería. Hay apoyos federales, estatales e incluso algunas empresas pueden becar a sus empleados para estudiar un posgrado. Otra forma de obtener recursos es auxiliando a los mismos profesores en los centros de investigación o desarrollo para ser parte de la plantilla que participa en proyectos que bajan recursos desde diferentes fuentes. Hay que tomar en cuenta que los gastos de ser estudiante de posgrado no son solamente colegiatura, están los gastos por adquisición de equipos de cómputo actualizados, compra de la bibliografía necesaria, suscripciones, elaboración de documentación formal, traslados, trabajos colaborativos, tiempo destinado a tales actividades, ausencias en eventos familiares, entre otros.


Afortunadamente el retorno de la inversión no tarda en llegar (obviamente hay que sustentar la tesis y obtener el grado como corresponde). Los profesionales posicionados con un grado de maestría generalmente ganan un 21% más que sus contrapartes sin el grado. Los aspirantes a una posición laboral con grado de maestría (título y cédula) tienen una ventaja sustancial en quedarse con el puesto sobre los que tienen solamente licenciatura o ingeniería o incluso los que tienen su título de maestría en trámite. Básicamente los profesionales con posgrado tienen más oportunidades de desarrollo, su red de contactos es más eficaz, empodera para presentar un CV más acorde a determinadas vacantes y en conjunto, permite acceder a una mejor calidad laboral.


Si ya decidiste estudiar un posgrado felicidades, es el primer paso. El siguiente es definir el objetivo, ¿para qué estudiarlo? si tu respuesta es profesionalizante, es decir, aportar a tus actividades con la calidad de un master y ser remunerado como tal, entonces es necesario saber cómo se mueve el mercado laboral en torno a esa área de especialidad. Elegir tus estudios de posgrado sin considerar el objetivo, no es una buena apuesta. A veces, las personas especializadas en ciertos campos a nivel de maestría nos son atractivos para la industria productiva pero si para la docencia o viceversa. Si el objetivo es económico, lo más recomendable es seguir las tendencias globales de los países desarrollados pues ellos tienen la mejor perspectiva de hacia dónde se dirige la economía, la innovación, las ciencias ambientales, las energías alternas, las telecomunicaciones, por mencionar algunos.


Estudiar un posgrado no es algo sencillo, asegúrate de conocer tus necesidades personales, tus deseos, tus posibilidades y a dónde quieres llegar. Más que todo, ten en cuenta que un posgrado te da la posibilidad de conocer los fundamentos científicos y técnicos de tu carrera profesional, te hace un master, un maestro. También te puede dar las herramientas que te enfoquen en áreas adicionales de la industria que nunca tuviste claras como estudiante de tu carrera profesional. Te abrirá puertas que nunca pensaste que se podían abrir, o te inmiscuirá en negocios tan distantes que ahora podrás gestionar con éxito. El gran número de instituciones de posgrado, la amplia oferta educativa y las convocatorias y apoyos económicos ya no son las limitantes, ¿entonces cual es…?



Rolando González Trejo

Maestro en Ciencias con Especialidad en Genética y Biología Molecular

Maestro en Administración

Profesor de Postgrado

Universidad del Noreste

 
 
 

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